La situación geográfica de las Islas Canarias así como su singular morfología hacen un lugar idóneo para el hábitat de una gran variedad de cetáceos, identificándose una treintena de especies entre residentes y migratorias, convirtiendo a nuestras islas en uno de los principales lugares con mayor densidad de cetáceos.

Tanto las grandes profundidades entre islas, que pueden llegar a alcanzar hasta los -3.000 mts, la protección de los vientos provenientes del norte que permiten que tengamos unas aguas tranquilas y cálidas durante la mayor parte del año y el abundante alimento han favoreciendo el asentamiento de estos mamíferos marinos.

Por todo ello, la isla de Tenerife y concretamente su costa suroeste albergan una población estable de estos mamíferos que favorecen su avistamiento, convirtiéndose en  un lugar privilegiado para disfrutar de la observación de cetáceos en libertad, una maravilla natural que no puedes dejar escapar.

 

Los cetáceos son un grupo de mamíferos acuáticos con patas transformadas en aletas y cuerpos con forma fusiforme, de sangre caliente que respiran el aire de la atmósfera a través de pulmones, por lo que emergen frecuentemente a la superficie para respirar, momento en el que aprovechamos para su observación e identificación. Su fisiología se ha visto afectada por las adaptaciones a la vida en el agua, distinguiéndose su respiración y circulación que le han permitido permanecer largos periodos bajo el agua y descender a grandes profundidades.

Los cetáceos se clasifican en dos grandes grupos:

  • Los misticetos son aquellas especies de cetáceos que poseen barbas con las que filtran el alimento y por lo tanto carecen de dientes. Suelen tener dos orificios respiratorios llamados espiráculo de donde salen dos chorros de aire. En este grupo podemos encontrar a los rorcuales y ballenas.
  • Los odontocetos son el resto de cetáceos provistos de dientes, como los delfines, cachalotes, orcas y poseen un solo espiráculo. Son depredadores que se  alimentan de presas de mediano y gran tamaño.
  • La actividad de observar y contemplar a estas criaturas en su medio natural y en libertad, convierten a la observación de cetáceos en una experiencia única e irrepetible, imposible de olvidar.

 

Entre las especies más comunes de cetáceos y aves que podemos observar podemos citar:

CALDERÓN TROPICAL (Globicephala macrorinchus)

Pertenece al grupo de los odontocetos, cetáceos con dientes y conocido como Ballena Piloto. Los machos pueden superar los 5 metros de longitud y llegar a pesar entre 1 y 2 toneladas.

Para su identificación basta con fijarnos en su aleta dorsal, cuya base es ancha con curvatura hacia atrás y bastante adelantada en el lomo. De coloración oscura, con cabeza abombada.

 

DELFÍN MULAR (Tursiops truncatus)

Pertenece al grupo de los odontocetos, y es el más conocido de los delfines por su presencia en delfinarios. La talla media de los adultos machos se sitúa en torno a los 2,7 metros y llegar a pesar hasta los 500 Kg. Viven en grupos de 10 a 30 ejemplares separados por sexo. Son de color gris oscuro en el dorso aclarándose en la zona ventral.

 

RORCUAL TROPICAL (Balaenoptera brydei)

Pertenece al grupo de los misticetos caracterizado por poseer barbas en lugar de dientes con las que filtrar el plancton. De color gris, con cabeza afilada algo curvada y con pliegues.

Su longitud puede alcanzar los 15 metros en las hembras, siendo más grandes que los machos y llegando a los 12.000 Kg de peso.

 

Para su correcta observación, se siguen unas pautas de avistamiento que minimicen las molestias con las embarcaciones, cuyo ejemplo se muestra en la imagen.

En cuanto a las aves marinas podremos observar y fotografiar a la abundante Pardela Cenicienta (Calonectris diomedea), así como paíños, petreles entre otros.

Estas actividades partirán desde el puerto de Los Cristianos con una duración de entre 4-5 horas de duración en horario de mañana o tarde en embarcación neumática o velero ideal tanto para su observación como para una sesión fotográfica.